
Hubo un tiempo en el cual preferí siempre estar mitad consciente, mitad inconsciente, de todo, permitiendo que las situaciones que atravesaba me dejaran perpleja y sorda, persistente, como una nota musical sostenida. Así me quede, y no podía respirar, pero no me importaba, porque creía que podía ser feliz, hasta que se me callo la nota, no estaba mas sostenida, y ahí desperté de una pesadilla.
Tortuga Rosada
Responder