Te volviste piedra, tallada a mano con paciencia y prudencia. Desenvolviste todos mis secretos, te llevaste la carne estremecida, puliste mis sonrisas. Invierno.
Frío. Humedad.
Te volviste piedra, para convertirme en flor con raíces jugosas. Me envolviste y tallaste mis heridas con fuego.
Tortuga Rosada.
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